Escuche a una mamá decir: “mi hijo está muy empoderado... quiere hacer lo que le da la gana, no hace caso, muchas veces nos ignora y nos responde mal...”.
Me quede con la palabra empoderado/ que tiene poder , lo que al fin puede ser y de hecho resulta positivo. Tener poder permite tomar decisiones, asumir las consecuencias, buscar oportunidades para mejorar, poner en práctica las habilidades es decir afrontar la vida de manera saludable, siempre y cuando el sentimiento de poder y la oportunidad para ejercerlo esté bien orientado.
Aquí algunas ideas para contribuir como padres a que nuestros hijos adquieran poder y lo usen en beneficio de sí mismos y sus objetivos para una vida feliz:
2. Supervisa el cumplimiento de tareas y obligaciones.
3. Establece rutinas principalmente vinculadas al autocuidado.
4. Dale muestras de que confías en su capacidad, no te quedes sólo en palabras.
5. Respeta su pedido de privacidad dejándole saber que estas para ayudarlo y acompañarlo cuando lo requiera.
6. Escúchalo, sin juzgar, sin reprochar, sin adivinar.
7. Reconoce sus sentimientos, ni magnifiques ni minimices, dale la valoración justa.
8. Dialoga, intercambia opinión y muéstrate firme frente a circunstancias donde no hay margen para “negociar”.
9. Ante situaciones difíciles, enseña con el ejemplo, respira profundo, relájate, toma un tiempo fuera saludable y luego con control sobre tus emociones decide qué hacer.
10. Confía en ti, en tu capacidad para manejar las situaciones y en la claridad que siempre tendrás por tener el objetivo bien formado: Hijos sanos, saludables y felices.
