miércoles, 25 de mayo de 2011

Este fin de semana he quedado con mis amigos...

El adolescente se va a dormir una noche y a la mañana siguiente despierta con un cuerpo que no le pertenece, envuelto en sensaciones nunca antes percibidas. Desregulados como estamos todos en la sociedad de consumo, los adolescentes tienen fuerza suficiente para cazar rinocerontes y valentía para internarse en la selva. Sin embargo los tenemos aferrados a sus pupitres, haciéndoles creer que no son capaces, que no pueden adquirir autonomía, que no son mayores de edad, y que deben prolongar la infancia de mandatos y obediencias debidas. El cuerpo y el alma del adolescente puja por volar lo más lejos posible del hogar de los mayores, pero suele quedar atrapado por las convenciones que determinan que hasta los 18 años, eso no se hace. Los jóvenes se encuentran con más fuerza física y sobre todo, con sentimientos opuestos a los de los padres o maestros amados. Si tienen el coraje interno para desafiar a los mayores, la consecuencia va a ser la expulsión -en términos emocionales- del territorio de intercambio afectivo. Y para rematar, los padres aumentaremos el control sobre los actos que pretendan desplegar.
Si los adultos comprendiéramos que los adolescentes necesitan auto regularse entre ellos, permitiríamos que se junten más, convivan más entre pares, resuelvan más y mejor sus asuntos y sobre todo, facilitaríamos las cosas para que vayan calibrando armónicamente la capacidad de valerse por sí mismos. Suponer que la adolescencia es sinónimo de dolor de cabeza para los padres, es una estupidez. Si han sido niños amados y acompañados sin exigencias desmedidas, la adolescencia transcurrirá con separaciones saludables, cortas y confianza establecida. Pero si quienes son adolescentes hoy, ayer han sufrido el abandono emocional en cualquiera de sus formas, la confrontación hacia los adultos será dura.
Todo pasaje entre la infancia y la adultez requiere pruebas de valentía. A falta de rituales organizados en nuestra moderna sociedad, los jóvenes se calzan la mochila al hombro y salen al bosque, dispuestos a enfrentar ciertos peligros, obstáculos y aventuras que efectivamente tendrán que superar. Todo viaje de iniciación es un adiós al hogar de la infancia, una preparación para medir las capacidades personales de supervivencia y calibrar la autonomía que pueden desplegar a partir de ese momento. Quienes hayan recibido suficiente amparo, sabrán distinguir entre aquello que vale la pena enfrentar y lo que no. En cambio, quienes provengan de historias de descuido o maltrato, caerán en las garras de feroces depredadores, confundiendo arrojo con fragilidad interior.

Laura Gutman.

Texto extraído del libro “La Familia Ilustrada” de Laura Gutman. Edición 2011. Barcelona

miércoles, 18 de mayo de 2011

Lo hice solito!!!

“Ser autónomo es poder mostrarse al mundo tal y como se es, con responsabilidad frente a los demás y sin máscaras para esconderse. Aquel que es autónomo se reconoce y se acepta, potenciando sus capacidades y  atendiendo sus limitaciones con la convicción que de sus fortalezas nacen posibilidades para tener éxito en la vida.”
Hace unos dias, durante una reunión con colegas, comentábamos que muchos niños y niñas, con quienes trabajamos, dan pocas muestras de autonomía en el quehacer cotidiano y era algo que observábamos en la escuela como tambien durante la consulta.
¿Cuantas veces, por el apuro, o poca paciencia para esperar el tiempo de nuestros pequeños, hemos terminado haciendo las  cosas por ellos? 

El secreto está en saber que tareas y logros corresponden con la edad de nuestros niños y  permitirles ensayar y equivocarse para poco a poco ir aprendiendo a actuar conforme se espera.   Cuando son pequeños, pongamos especial atención a actividades de autovalimiento como ponerse los zapatos, cambiarse de ropa, tomar sus alimentos, hábitos de higiene, ordenar sus juguetes, etc; poco a poco incorporaremos nuevas responsabilidades como revisar el horario de clases para el día siguiente, verificar los útiles necesarios en su mochila, ordenar sus espacio pesonal (dormitorio, closet) y asi paulatinamente hasta llegar a la adolescencia, etapa en la que estará preparado para llevar a cabo su proyecto de vida, organizando sus actividades, eligiendo entre sus intereses y asumiendo un rol protagónico en cumplimiento de sus responsabilidades sin descuidar el entretenimiento sano.
La autonomia se refuerza con aprendizajes a tiempo; sólo necesitamos calma,  mucho ánimo y confianza en que nuestros pequeños y no tan pequeños serán capaces de hacer y deshacer. Anímate y anímalo a crecer, cada nueva etapa es un desafió para ser mejor.
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miércoles, 11 de mayo de 2011

Las Reuniones Familiares

Esta semana de descanso escolar, nuestros hijos se "relajan despues de los exámenes" aprovechando  su tiempo libre; el objetivo es pasarla bien y recargar energías para continuar el siguiente periodo. Es un periodo que tambien nos sirve para revisar con ellos cómo les ha ido durante este primer bimestre con la finalidad de apoyarlos  y acompañarlos durante este tiempo formativo.  Oportunidad para encontranos y conversar tenemos muchas, a la hora de tomar los alimentos, cuando llegamos del trabajo, cuando nos piden permisos... pero un  espacio especial, para dialogar sobre puntos específicos de interés común, a veces nos resulta esquivo.

La Reunión Familiar, asi como las reuniones en el trabajo, se refiere a un tiempo especialmente reservado para encontranos todos y dialogar en torno a puntos previamente "agendados", por ejemplo que hacer en las vacaciones, tareas y responsabilidades en casa, objetivos a corto y mediano plazo en la escuela, dificultades encontradas en el día a día, programar una celebración y cualquier tema que padres o hijos deseen tratar. 

Los requisitos para la Reunion Familiar:
  • Elaborar una lista de temas de interés y/o necesidades detectadas.
  • Designar periodicidad de las reuniones.
  • Elegir fecha,coordinando entre los miembros de la familia, especialmente cuando se tiene hijos adolescentes que tambien "programan" sus actividades propias de la edad.
  • Elegir  el tema a tratar y promover la participación a través de lluvia de ideas
  • Escuchar y mejor aún anotar las sugerencias y aportes que van surgiendo para alcanzar lo que se ha planteado como meta o necesidad.
  • Fomentar el consenso... y si algún miembro por la razón que sea, no quiere participar, darle su tiempo, respetar sus silencios y continúar. 
toysinsky.com
 Las reuniones familiares permiten conocernos mejor y fortalecer nuestros lazos además de promover actitudes de tolerancia y colaboración en la búsqueda de soluciones creativas. Son un regalo de Ustedes para Ustedes, anímense y pónganlo en práctica, perseveren y felicítense por los logros que paulatinamente alcanzarán.



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domingo, 1 de mayo de 2011

FELIZ DIA DEL TRABAJO

  • Cuando he estado trabajando todo el día, un buen atardecer me sale al encuentro. Johann Wolfgang von Goethe
  • Cuando la meta es importante los obstáculos se vuelven pequeños. (NN)
  • Cuando el trabajo no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse. Enrique Jardiel Poncela
  • Dadme una tarea en la que pueda poner algo de mí mismo y ya no será una tarea; será gozo; es arte. Bliss Carman
  • Dichoso el que tiene una profesión que coincide con su afición. George Bernard Shaw
  • El descanso pertenece al trabajo como los párpados a los ojos. Rabindranath Tagore
  • El trabajo hecho con gusto y con amor, siempre es una creación original y única. Roberto Sapriza
  •  El trabajo más importante no es el de la transformación del mundo, sino el de la transformación de nosotros mismos. Juan Pablo II
  • Escoge un trabajo que te guste, y nunca tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida. Kung FuTse, Confucio